La meditación en una cultura de la comparación

Consecuencias negativas de las comparaciones

¿Qué significa vivir en una cultura de la comparación? El desarrollo de nuevas tecnologías ha hecho posible que las personas se comparen con otras de maneras nuevas, particularmente a través de las redes sociales. Cuando abrimos Facebook, probablemente no pensemos: "Ahora me compararé con los demás". Pero, en realidad, es lo que hacemos. Las redes sociales nos mantienen informados puntualmente de la vida de los demás: sus vacaciones, sus comidas y sus nuevos trabajos. 

Muchos han advertido contra un exceso de comparación, desde los filósofos estoicos al apóstol Pablo en el Nuevo Testamento. Los científicos también nos dicen que compararse demasiado con los demás puede tener un impacto negativo. Un estudio norteamericano de 2014 apuntó a una posible asociación entre la frecuencia con que la gente se comparaba con otros y la frecuencia con la que se sentía deprimida. Las personas que pasaban mucho tiempo en Facebook parecían estar fuertemente afectadas, y una posible explicación podrían ser las amplias oportunidades de compararse con los demás. Pankaj Mishra describe un efecto más global en su libro La edad de la ira. Argumenta que la comparación puede contribuir a la ira hacia Occidente en algunas partes del mundo. Cuando uno compara su propia calidad de vida con la de aquellos que viven en el otro lado del mundo, puede suscitar amargura y rabia. 

Comparación social y relaciones públicas 

Desde que Festinger introdujo en los años 50 la teoría de la "comparación social", los estudios científicos han investigado el fenómeno. Esta teoría dice que los individuos evalúan sus propias opiniones y habilidades comparándose con los demás a fin de reducir la incertidumbre sobre sí mismos. Esta es una característica humana fundamental y no es negativa en sí misma, pero es interesante que la información surgida de esta teoría se haya utilizado en el campo de las relaciones públicas. Muchas RRPP aprovechan la tendencia humana básica de compararse con un ideal. Las RRPP presentan una vida perfecta y buena, un estilo de vida perfecto, un cuerpo perfecto, y pueden contribuir a una escisión entre las cosas positivas, de las que nos gusta hablar, y las negativas, que preferimos ocultar. 

Tanto si ha visitado Facebook hoy, como si ha visto publicidad en Internet o carteles de publicidad mientras paseaba, la cultura de la comparación le ha afectado. Los ciudadanos globales sofisticados quizás digan que son conscientes de tal situación y que no son influenciados, pero nos suele afectar más de lo que creemos.  En la sociedad actual la gente se compara, consciente e inconscientemente, con los demá mucho más a menudo que la que vivió hace 20, 30, 100 o 200 años.

El mono enfadado 

El video de una charla de Ted de Frans de Waal (2013) muestra muy claramente cómo se desarrolla una comparación. Dos monos reciben sendos trozos de pepino como recompensa por completar una tarea simple. Cuando el segundo mono recibe una recompensa mejor, una uva, el primer mono se enfada. Tira su pepino y comienza a golpear la pared de vidrio de su jaula. Se niega a aceptar una recompensa menos valiosa que la de su vecino. Su ira está justificada. Ha sido tratado de manera injusta. El objetivo del estudio era explorar esto. Pero el experimento también ilustra cómo la comparación puede provocar insatisfacción. Si el primer mono hubiera recibido su pepino sin ver que el otro había conseguido algo mejor, habría continuado igual de contento que antes. Solo se suscita su ira cuando comprende que el otro mono ha conseguido algo mejor que él.

Meditación

El video del mono presenta algunas perspectivas que resultan pertinentes para la meditación. A veces, cuando meditamos, nos sentimos un poco como el primer mono. Cuando la meditación no es como queremos que sea, podemos percibirla como un déficit o una ausencia de recompensa. Sentimos que obtenemos pepino cuando lo que queríamos eran uvas. Nos inquietamos y "sacudimos la jaula".

El mensaje del video del mono no es que no debamos reaccionar de manera razonable cuando observemos un trato injusto. Eso lo hacemos de manera natural, y la Meditación Acem puede contribuir tanto a la capacidad de actuar como a una mayor tranquilidad interna. Pero en la meditación no existe la actividad espontánea injusta. No puedes enviar una queja sobre tu propia actividad espontánea a alguien para exigirle que la modifique. Siempre obtienes la actividad espontánea que necesitas.

Ideales de meditación

Todos tenemos ideales de meditación. Estos pueden surgir por algo que hayamos oído decir a otros o algo escrito sobre meditación, o quizás por algo que hemos experimentado en algún momento, por ejemplo durante aquel idílico retiro durante aquel verano especial.

El libro El poder de la mente errante (Eifring, 2019) describe la Red neuronal por Defecto (RND) en el cerebro. Esta incluye las partes del cerebro que se activan cuando estamos en reposo, y constituye la base de la mente errante. La Meditación Acem facilita la RND. Cuanto más interferimos con la RND e intentamos controlarla, más perturbaremos el procesamiento y el efecto integrador de la RND cerebral. El efecto de procesamiento de la meditación aumenta cuando permitimos que la actividad espontánea vaya y venga, sin intentar controlarla. De este modo permitimos que emerjan en la mente fragmentos inacabados, y llevamos las experiencias residuales hacia su procesamiento e integración. Cuanto más tratamos de obtener algo, por ejemplo, persiguiendo un ideal de meditación, más se reduce el efecto de la meditación.

Vivir con metapensamientos

En la meditación, a veces actuamos como nuestro propio enemigo. Quizás tengamos ideas sobre nuestra práctica meditativa que interfieren con el fluir de la actividad espontánea. Puede que la actividad espontánea no nos parezca suficientemente tranquila, suficientemente comprensible, suficientemente fácil de enteneder o suficientemente emocionante. Son metapensamientos, y no son solo pensamientos sobre pensamientos. Todo metapensamiento implica una evaluación de nuestra meditación, generalmente negativa, a la que creemos sin cuestionamiento alguno. Es una evaluación que no permite matices. Los metapensamientos y la insatisfacción de la meditación casi siempre suponen un elemento de comparación. Comparamos nuestra meditación, el pepino, con la meditación ideal que queremos, la uva. Si creemos a los metapensamientos, nos podemos volver indiferentes y pensar: "Qué más me da". Tal vez empecemos a repetir el sonido de meditación de una manera distante y lejana. Pero una reacción más común es movilizarnos. Nos engaña la comparación implícita con nuestro ideal y empezamos a alterar el flujo espontáneo, por ejemplo usando un poco de fuerza, o intentando escapar de la falta de claridad, y haciendo un esfuerzo por mejorar. Usamos la concentración activa para tratar de cambiar la situación. Actuamos como el mono del video. Sacudimos la jaula y exigimos más.

Un principio básico de la Meditación Acem, y fuente importante de crecimiento y avance, es aceptar y vivir con los metapensamientos, pero abstenerse de actuar de acuerdo con ellos. Es útil identificar el impulso de actuar, pero al mismo tiempo dejar que esos pensamientos críticos sean solo parte de la actividad espontánea: seguir repitiendo el sonido de meditación sin suprimir los metapensamientos ni actuar guiado por ellos. No es pasividad, sino actividad que le da más margen a la espontaneidad propia. Así no seremos engañados por unos ideales inalcanzables.

Esta forma de practicar propicia la integración. Se permiten emociones, pensamientos y evaluaciones sin intentar hacer cambios fundamentales en el nivel de actividad. La concentración activa supondría suprimir y alejar cosas. Meditar constituye un ejercicio de  mantenerse uno en su sitio en medio de una cultura de comparación e ideales. Lo que haces es suficientemente bueno. Sigue adelante con tu práctica en medio de la tormenta. Así, el desarrollo que la meditación facilita es fundamentalmente distinto de lo que el resto de nuestra cultura estimula. La Meditación Acem puede servir como corrección a la excesiva y poco sana  tendencia a la comparación.

Confrontación silenciosa

La cultura de la comparación puede llevar a escindir lo positivo de lo negativo. También, se observa una escisión en la experiencia que tiene la gente en sus meditaciones. Deseamos silencio, felicidad y armonía, y estamos insatisfechos cuando este deseo no se cumple. A veces, cuando leo sobre técnicas de meditación, siento envidia por los resultados que otros parecen obtener. Una técnica promete "trascender los niveles normales de conciencia para entrar en un reino diferente y experimentar gozosas energías divinas". Otra técnica lo describe así:  "La meditación te permite entrar en contacto con tu ser fundamental, la conciencia pura, que es siempre libre, luminosa y llena de gozo sin fin". Suena bien. Pero cuando me siento a mi diaria meditación Acem, quizás a veces me parece que solo consigo pepinos mientras otros consiguen uvas.

Los seres humanos tendemos a recordar relatos en lugar de hechos. Poder entrar en "otra esfera" y sentir "gozo" y "conciencia pura" es un relato. Te sientes decepcionado cuando la meditación no te da lo que promete el relato. Cuando uno está atrapado en un relato de este tipo, tiene un problema con la meditación. El fluir espontáneo no sigue una receta establecida ni un camino rectilíneo.

La cuestión aquí no es criticar a otras organizaciones de meditación, sino resaltar uno de los puntos fuertes de la Meditación Acem: su capacidad de confrontar. La práctica de la meditación Acem es una confrontación silenciosa con la vida tal y como realmente es. La meditación Acem suele ser tranquila, con relajación, silencio y calma. Pero no siempre. Para obtener con el tiempo los efectos positivos de la meditación, uno tiene que aceptar lo bueno junto con lo malo. Es una experiencia común entre aquellos que han practicado meditaciones largas. Pasan por diferentes fases. Calma e inquietud se van alternando. Y si uno tiene una meditación cómoda un día, al día siguiente puede ser un poco diferente. La Meditación Acem nos presenta todo el espectro de nosotros mismos, no solo el ideal.

Esta confrontación silenciosa también es parte de la Formación Acem en Comunicación Interpersonal. Uno forma parte de un grupo, con guías experimentados, y unos y otros se dan feedback mutuo. El objetivo no es solo elogiarse o darse apoyo unos a otros con comentarios positivos, sino llegar a una comprensión más realista de cómo uno funciona con los demás.

Este realismo también caracteriza cómo se entiende la meditación en Acem.  Es probable que ninguna otra escuela de meditación haya verbalizado tan claramente el fenómeno de la resistencia en la meditación. Esta actitud realista fue una de las razones por las cuales Acem rompió con el movimiento de Meditación Trascendental a principios de los años 70.

Hábitos de meditación para la generación joven

Un debate actual en Acem es cómo comunicarle a los jóvenes la importancia de la meditación regular. Nos preguntamos si a la generación joven de hoy le resulta más difícil establecer hábitos diarios de meditación. Si fuese así, hay varias explicaciones posibles. Vivimos una época de muchas distracciones. La cultura de la comparación suele hacer que nos centremos en algo fuera de nosotros, y no dentro. El uso frecuente de pantallas puede tener un impacto negativo en el cerebro y su capacidad para concentrarse y estar atento. Recientemente hablé con un autor que había visitado muchas escuelas durante los últimos 20 años. Su impresión era que la capacidad de atención de los estudiantes se ha reducido notablemente.

Para una generación que está bajo la influencia de una cultura de la comparación aún más potente que en el pasado, sentarse para encontrarse con lo que ya está ahí, y tratar de trabajar con los desafíos tal y como son, probablemente se haya vuelto más difícil.

Silencio en medio del ruido

Darse cuenta de que la Meditación Acem no es una técnica para sentirse bien puede al principio crear cierto sentimiento de infelicidad. La meditación no brinda cada vez consuelo ni recompensa instantánea. Si queremos aprovechar los procesos que inicia la Meditación Acem, debemos aceptar sus distintas partes, tanto el silencio como la inquietud. La Meditación Acem es un entrenamiento en confrontación existencial y nos enseña a no compararnos, sino a interactuar con la actividad espontánea. Debemos abandonar algunos de nuestros mitos e ideales sobre la meditación, por ejemplo, la idea de que la meditación vacía la mente de pensamientos, que los pensamientos cotidianos en la meditación no tienen valor, o que la inquietud es un sinsentido.

Cuando meditamos, intentamos no atesorar ciertos estados mentales por encima de otros. Esto, por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo, por varias razones: tal vez una jerarquía de valores que selecciona una parte de la actividad espontánea como más valiosa que otra rápidamente nos conduce a descartar el único momento que tenemos, el aquí y ahora. Si negamos ciertas partes de la actividad espontánea, también le decimos no a aquellos aspectos de nosotros mismos que necesitan encontrar su expresión en este momento. Entonces perdemos la oportunidad de procesamiento,  reconciliación y profundidad en nuestra vida, de entrenamiento existencial, pero también de silencio, calma y conocimiento, en suma, muchos momentos valiosos. En la Meditación Acem tratamos de no descartar los pepinos meditativos. Se puede decir que hay dos caminos en la meditación hacia el silencio: uno es tratar de alejar el ruido. En ese caso nos mueve un ideal, vaciar la mente de pensamientos, calmar la situación.  Ello supone aplicar cierto grado de esfuerzo. Y si se tuviera éxito, la satisfacción sería de corta duración.

La otra vía es desarrollar una actitud mental libre hacia el ruido, y no verlo como una perturbación. Estar presente ante lo que emerge en la actividad espontánea es estar presente en nuestra meditación, pero de una manera distinta de lo que a menudo se ve. El silencio puede comportar una sensibilidad y una sutileza que entran en conflicto con la búsqueda de un ideal concreto.  Al perseguir el silencio y los ideales que prometen los " textos de las RRPP perfectas ", podríamos perdernos el silencio que existe realmente, en la forma en que se presenta en cada momento.

Referencias

• Pankaj Mishra: Age of Anger (2017). Farrar, Straus y Giroux, Juggernaut Books. ISBN 978-0-374-27478-8.
• Halvor Eifring (ed.): El poder de la mente errante (2020). Dyade Press. ISBN 978-82-91405-55-1.
• Teoría de la comparación social:

https://www.psychologytoday.com/intl/basics/social-comparison-theory